Segundo mandamiento

 





No juraras el nombre de Dios en vano 

No debemos usar el nombre de Dios sin meditar bien lo que estamos diciendo. En nuestra cotidianidad solemos usar muy frecuentemente su nombre para evitar decir groserías o para jurar acerca de si algo es cierto.

Por ejemplo:

- Ay Diosito 

- Te lo juro por Dios 

Dios 

Comentarios